Secretaría de Agricultura y Pesca refuerza la prevención contra la leptospirosis y garantiza apoyo a porcicultores en las islas.

Conscientes de los riesgos que representa la leptospirosis para la salud animal y humana, la Secretaría de Agricultura ha intensificado sus acciones preventivas en las granjas porcinas del departamento. Esta enfermedad, transmitida principalmente por el contacto con orina de roedores, puede afectar gravemente tanto a los cerdos como a las personas que conviven con ellos.

El secretario de Agricultura, Christian Harvey, explicó que el objetivo principal de la estrategia no es solo atender los casos que se presentan, sino evitar la propagación de nuevos brotes. “Hoy contamos con todos los insumos necesarios y, lo más importante, con un equipo de profesionales capacitados para brindar acompañamiento técnico y orientación a los porcicultores y a toda la comunidad de crianza pecuaria”, aseguró.

Enfoque en la prevención

Las medidas implementadas incluyen jornadas de capacitación, visitas técnicas a predios, entrega de material informativo y control de plagas. Se busca que cada productor tenga las herramientas necesarias para reducir la exposición de los animales a ambientes contaminados y garantizar la inocuidad de la producción.

“Los porcicultores deben comprender que la prevención es la clave. Si controlamos la presencia de roedores, mantenemos limpios los espacios de crianza y seguimos las recomendaciones sanitarias, protegemos tanto la economía de las familias como la salud de la comunidad”, señaló Harvey.

Apoyo al sector pecuario

La Secretaría recordó que los equipos técnicos están disponibles para atender consultas, realizar inspecciones y brindar acompañamiento en la aplicación de protocolos de bioseguridad. “El compromiso de la Gobernación es trabajar de la mano con los productores para que la porcicultura siga siendo una actividad sostenible y segura en las islas”, enfatizó el secretario.

Con estas acciones, el gobierno departamental busca consolidar una red de prevención que blinde al sector porcino frente a enfermedades que pueden tener consecuencias irreparables, reforzando así la seguridad sanitaria y alimentaria del Archipiélago.