Las posadas nativas: el alma de la hospitalidad en San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
- Prego Nerosai
- 19 mar
- 2 Min. de lectura

San Andrés, Providencia y Santa Catalina no solo son destinos paradisíacos por sus playas y su famoso mar de los siete colores, sino también por la riqueza cultural y gastronómica que ofrecen a sus visitantes. En el corazón de esta tradición se encuentran las posadas nativas, alojamientos que brindan una experiencia auténtica de la vida isleña, fusionando hospitalidad, gastronomía y cultura.
En un recorrido por estos espacios, nos encontramos con Miss Clotilde Henry, propietaria de la posada nativa Miss Cli. Su emprendimiento nació de la necesidad de generar ingresos y se ha consolidado gracias a la calidez del servicio y el "voz a voz" de los visitantes satisfechos. "Los turistas que vienen aquí buscan una experiencia diferente. Muy pocos llegan con exigencias como una piscina, porque entienden que esto es más que un hotel; es un hogar", explica Miss Clotilde.
Las posadas nativas ofrecen a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la cultura raizal, desde la arquitectura de las casas hasta la comida tradicional servida con amor. "Muchos llegan atraídos por el aroma de nuestra cocina y terminan compartiendo con nosotros un almuerzo típico, sin haberlo planeado", comenta Miss Clotilde.
El valor de la gastronomía isleña
Uno de los pilares fundamentales de las posadas nativas es su oferta gastronómica. Francisco Escalona Ford, conocedor de la cocina tradicional del archipiélago, destaca el papel del Musa, una preparación a base de harina de maíz, leche de coco, albahaca, pimienta tradicional Basly, sal y azúcar. "En San Andrés, dependiendo de la zona, hay distintas formas de preparar el Musa. En mi casa, mi madre prefería que tuviera una textura firme, mientras que nuestra ayudante Álvaro lo hacía más líquido", relata Escalona.
La cocina isleña se basa en una combinación de bastimentos y proteínas, con platos que varían según la región. Históricamente, el arroz era reservado para los domingos y festivos, mientras que el Musa y otras guarniciones eran el acompañamiento habitual de las comidas diarias.
Hacia un futuro de fortalecimiento cultural
Actualmente, se trabaja en un proyecto para fortalecer y consolidar las posadas nativas e impulsar el concepto de "posadas históricas", una iniciativa que busca preservar la identidad y la memoria de la comunidad raizal a través del turismo. Estas posadas no solo ofrecen alojamiento, sino que son espacios vivos de transmisión cultural, donde cada visitante tiene la oportunidad de conocer de cerca la esencia del pueblo sanandresano.
Las posadas nativas representan una forma de turismo sostenible y responsable, donde la historia, la gastronomía y la calidez de la gente local se convierten en los principales atractivos. Más allá de las postales paradisíacas, es en estos espacios donde los viajeros descubren la verdadera alma de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
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