Di Jaabuon Die : el renacer de un instrumento con alma caribeña Raizal
- Prego Nerosai
- 16 abr
- 2 Min. de lectura

En el Caribe, la resiliencia no es una elección: es una obligación. Y hay símbolos que, más allá de su apariencia, hablan de esa capacidad de resistir, reinventarse y florecer. Uno de ellos es el Jaw Bone, un instrumento tan extraño como poderoso, tan ancestral como actual. Un objeto que guarda en su forma la vida, la muerte y el renacimiento de una cultura.
Este 15 de abril se celebra por primera vez el Jaabuon Die, una fecha que se proyecta como símbolo colectivo del reconocimiento a este instrumento, que nace de lo improbable: del hueso, del desecho, de lo que muchos considerarían el final. Pero en el Caribe, el final nunca ha sido una excusa para dejar de crear. Desde la ancestralidad africana, la inventiva ha sido parte del alma colectiva, y el Jaabuon es prueba viva de ello.
El asombro y la memoria
“Yo creo que la primera impresión para muchas personas es de risa o de chiste”, se escucha entre la multitud. Pero esa impresión pronto se transforma en curiosidad, en respeto, en memoria. Porque el Jaabuon no es solo un instrumento: es también una declaración. Un recuerdo de los caballos, de la conexión profunda con ellos, de las tradiciones, del respeto y del dolor. Pero también, del arte de resignificar.
Cada vez que suena, el Jaabuon activa memorias dormidas. Suena a monte, a lucha, a tambor, a historia no contada. Se vuelve símbolo del crecimiento colectivo, del sentido de pertenencia y del llamado constante a volver a las raíces para seguir avanzando.
Cultura, unidad y evolución

Tener un día al año dedicado al Jaabuon es más que una celebración: es un acto de resistencia cultural, de integración y de reconocimiento. No importa quién lo creó primero, quién lo toca mejor, quién lo interpreta con más técnica. Importa que es nuestro, que nos une, que nos da algo por lo cual compartir, discutir, crear y crecer juntos.
“Di Jaabuon Horse nos invita a hablar en criol, en símbolo, en emoción, a vernos como los grandes pensadores de la humanidad, no por teoría, sino por resistencia, por amor, por cuidado mutuo”, afirman quienes han impulsado esta conmemoración.
Porque pensar en el otro, amar, respetar, tolerar, también es un acto filosófico. Y desde esta isla que vibra entre lo ancestral y lo contemporáneo, se lanza un mensaje poderoso: la cultura nos mantiene vivos, nos recuerda de dónde venimos y nos impulsa a evolucionar, sin olvidar lo que nos hace únicos.
el poderoso acto de la firma del memorando que hace que un colectivo tenga el deseo de que este evento sea cada vez mas fuerte y a su vez una política publica en la isla y fuera de ella.
Redaccion Pregonerosai
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